Pretemporada 2014/2015

Obviamente es muy pronto para sacar  conclusiones, pero sí que estamos a una altura que nos permite apreciar ciertos mecanismos, movimientos y variantes que trata de incorporar Javier Cabello al juego de la Cultural Leonesa. De los partidos de esta pretemporada no se puede extraer ningún dogma, eso lo primero, pero las formas, los perfiles y las intenciones nos hacen pensar que estamos ante un equipo que intentará, a priori, variar su forma de juego y dotarlo de personalidad, que no es poco. De estos partidos podemos extraer por tanto pequeñas conclusiones:
Mecanismos básicos, movimientos automáticos que a simple vista parecen naturales, pero que hace 3 meses la Cultu no tenía. Me refiero a Gonzalo y Bardal de pivotes yendo al espacio de los laterales cuando estos salen a incomodar (siempre) al extremo. Parece elemental, obvio, pero lo normal en este equipo solía ser otra cosa, pivote manteniendo la posición y los centrales repartiéndose el espacio libre, o dejarlo todo a lo que Hedrera pudiera hacer, y si Hedrera no estaba en el sitio, no llegaba.
La confianza que se imprime en los futbolistas se nota a simple vista, Bardal, que el año pasado apenas contó con minutos y fue uno de los más criticados en estas líneas, me parece a día de hoy uno de los jugadores que mejor rendimiento está dando. Cabello quiere el balón jugado desde atrás, y eso Bardal lo hace bie, al César lo que es del  César, y con confianza y minutos puede cumplir esa tarea, de hecho, no me extrañaría que en los partidos de casa en los que haya que salir a dominar y a jugar desde el minuto uno sea Bardal titular, bien en el pivote para darle fluidez a la salida de balón, o de central, por Santi, para comenzar con seguridad esa primera fase de creación; Y Santi indiscutible en esas salidas fuera a campo pequeños con juego muy directo, veáse Tanos, Langreo etc.. Pero en casa Bardal gana enteros.
Como de confianza va la cosa Álex también se hace grande y va aportando más. Lo que más me ha gustado es que Cabello le ha ido encontrando un sitio acorde a sus características donde pueda rendir mejor. En un principio se pensó que lo reubicarían al lateral derecho, pero se ha adelantado su posición. Hoy, para mí, hizo un muy buen partido, con muchísima personalidad, teniendo en cuenta que su experiencia son 3 años en Juvenil Nacional y un año sin jugar partido. Su posición natural es la de stopper, jugando por delante de la defensa, al contrario que por ejemplo Turzo, Álex es muchísimo más técnico que físico, lo que en esta categoría donde la falta de técnica se suple con contacto es un hándicap. Hoy Bardal y Gonzalo formaron en el pivote, con Gonzalo, otro que mejora sus prestaciones cuando se tiene el balón, un paso por delante y Álex por delante de los dos, sin jugar exactamente como mediapunta, sino como MC con recorrido, como ya sabéis que siempre trato de poner símiles de sobra conocidos para entender el tema, el mismo perfil que Gerrard hasta hace 3 años, por delante del resto de medios pero sin descolgarse en la mediapunta, recorrido de un lado a otro, sin tener la visión de Peláez ni el metrónomo de Rubén García, pero estando presente. Mejora mucho cuando se le aleja de esa zona de pivotes, más dura y física, y se le quitan responsabilidades a la hora de sacar el balón jugado, para que pueda estar presente más arriba con libertad.
Peláez ya ha dejado destellos de lo que es, más allá de detalles, realiza una labor que la Cultu echó de menos el año pasado en un equipo que tendía a romperse con demasiada facilidad, y es que tener un jugador que recibe a la espalda de la línea de medios contraria y es capaz de encarar te soluciona muchos problemas más allá de de los regates, pases, etc.. La clave de jugarle a la defensa contraria de cara.
Rubén no es el de hace años, pero si algo no cambia es que sigue siendo indispensable, y sobre su figura un detalle muy importante, el año pasado más de una vez comentamos que si se encargaba al pivote, Hedrera en este caso, la salida de balón, el equipo iba a comenzar creando lento, no iba a encontrar salidas y acabaría recurriendo al pelotazo. Cuando juega Rubén es él, quien en el dibujo está un peldaño por encima del pivote, el que viene a sacar el balón jugado, y se nota su labor sobremanera. En este partido contra el Alavés, en la segunda mita, Hedrera se desentendía y daba un paso adelante para jugar como apoyo en la siguiente línea, y aún así tiene que solucionar el hecho de que le resta en ocasiones fluidez a la salida,  y el que marcaba los tiempos a la hora de jugar era Rubén, se le aleja de la zona de 3/4 pero el equipo gana en fluidez para que el balón llegue ahí en las mejores condiciones, y como en cualquier jugador a medida que pasan los años se da un paso hacia atrás en el campo.
Coutado tendrá muchos minutos en el extremo derecho, no es su mejor posición pero lo hace bien, tiene unas condiciones fantásticas, el problema es que cuando alejas a un jugador de este estilo del balón en primer lugar lo desquicias, y en segundo lo desaprovechas. Una solución que seguramente baraja Cabello para cuadrar a Peláez y Coutado en determinados momentos es hacerlos partir teóricamente desde fuera para que acaben jugando por dentro, y aprovechar así las subidas de los laterales, que cumplen con ese perfil, y jugar con dos puntas abiertos por delante que sean capaces de dominar el espacio (Orodea y Aketxe) y suplir esa falta de extremo puro según qué situaciones del juego. Lo que sí está claro es a Tornero se le puede dar el balón porque tiene la experiencia y las tablas necesarias para mantenerlo y jugarlo, es un plus, no te va a dar desborde pero la intención en cualquier caso es que sea quien juegue en esa banda derecha lo haga por dentro y se le deje vía libre a Iván Garrido. Para compararlo a otro nivel, Arda y Koke partiendo de fuera para acabar jugando por dentro, con Juanfran y Filipe con las bandas libres con los apoyos de Costa y Villa saliendo a jugar.
Y lo que es evidente, la falta de un goleador. Es pretemporada, sí, y se ha jugado contra equipos superiores, sí, pero no me refiero a los hechos, que no se han hecho goles, sino a las sensaciones de que se crea y se llega hasta 3/4, sobre todo cuando Peláez puede encarar, pero no existe la figura de una referencia que mantenga a los centrales rivales con la luz de alarma encendida todo el partido. Los goles van y vienen, todo son rachas, pero la sensación de tener un jugador peligroso que obligue a que estén dos hombres siempre pendientes, de que te lo hace en cualquier momento, no existe.

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