Mitad y mitad.

El partido ha sido una caricatura más de lo que es la Cultural durante esta temporada. En casa intenta dominar, a ráfagas claro, los primeros 15 minutos llega fácil, domina, presiona arriba y provoca el pelotazo. A partir de ahí se desinfla y espera en su propio campo, sigue llegando, pero le cuesta más, el rival se deshace de la presión y el equipo no conserva la capacidad de inicio, normal, pero sigue contragolpeando con facilidad. En la segunda mitad se encierra, sufre, se desequilibra, se lo juega todo a la carta de Adán y acaba marcando al final.
La Cultu salió con las ideas claras, si, llegando fácil y jugando directo, las tuvo, a pesar de que a Raúl se le vio un tanto fuera de sitio, más que de enganche jugó de segundo punta, con la sensación de que no tenía claro lo que se le pedía, pero como siempre cumplió. Los dos primeros goles vienen de jugadas que también retratan lo que es la Cultural. El primero, después de salir dominando, Viti y Adán se asocian para jugar por dentro, Adán crea muchísimo peligro cuando no se limita a jugar pegado a la línea, Raúl se mueve de un lado a otro buscando los espacios y al final de la jugada, aprovechando que Viti y Adán por dentro han creado la superioridad y que Raúl ha movido a la defensa Diego Torres se queda solo. La Cultu suple su falta de jugadores creativos con los extremos jugando por dentro, y ambos son mejores jugando de interiores. El segundo, también retrata al equipo, se espera atrás, se recupera y balón a Adán para que juegue con espacios, que es como mejor se encuentra, capaz de echarse el solo el equipo a las espaldas.
El Logroñes trató de dominar por la banda derecha, su mediocentro creador, Goñi, que le podría venir muy bien a la Cultural, les marcaba los tiempos, pero el equipo no tenía profundidad, y se dejaba caer a banda derecha para combinar con Ormazabal, el lateral derecho, e Ibai, su enganche se asociaba en ese mismo lado, lo que no dejaba de ser beneficioso para la Cultural, ya que mediocentro mediapunta y lateral intentaban combinar en su lado fuerte, donde están Góngora, Viti (que defiende muy bien) y Hedrera.




































A partir de ahí se bajo el pistón, a consecuencia de que tampoco existía necesidad y que jugar con dos centrales por delante de la línea de cuatro te tira para atrás, digamos que anclan al equipo para quedarse atrás. Sin embargo la Cultu aprovechaba que los interiores del Logroñes jugaban por dentro, que no le daban profundidad al equipo y no ayudaban al lateral, y seguía contragolpeando, pero le costaba un mundo recuperar, la Cultural tiene dinamita en 3/4, pero claro, el problema es llegar con el balón jugado hasta ahí, no es que la zona de ataque sea floja, todo lo contrario, es que juega sin tener el balón.
El Logroñés demostró lo ya visto, no tiene problemas para jugar, pero le cuesta marcar ( no será por ocasiones) y es muy blandito atrás.




































La Cultural sigue jugando con el hándicap de Jose Antonio, me hace sufrir verle jugar, se limita a cumplir atrás con dificultades y a deshacerse del balón cada vez que lo tiene en las botas, y cuando Adán viene a jugar por dentro no se incorpora y el equipo pierde muchísima profundidad, debería funcionar como pulmón para que el equipo pudiera respirar y empezar a jugar, Cembranos se aseguró de que Bardal jugara pendiente de él.
La intención de la segunda parte era sentenciar a la contra, normal, pero también es esencial jugar con orden.
Jugar con dos centrales por delante no te garantiza disciplina, músculo quizá, pero no dejan de jugar fuera de zona, Hedrera esencial, sí. No así Bardal. No le imprimió ritmo al balón cuando lo tuvo, normal, y en ocasiones permaneció a la expectativa a la hora de presionar, también normal, madera de central.
Los cambios llegan tarde, el primero es extraño, Ortiz por Víctor, cuando la Cultu más estaba sufriendo, porque hicieron ocasiones suficientes para empatar, se quería condicionar al Logroñes a no tener tanta valentía al atacar jugando con dos puntas, y así llegó el tercer gol, pero el cambio que se tenía que hacer era para jugar el balón, David, por Viti, aguantar, esconderla, y si se puede, jugar. Gonzalo entró antes por Raúl, hombre para jugar el balón por el jugador en el campo que mejor lo hacía, para afianzar esa idea de conservar el balón, quizás, digo yo, comenzó jugando por delante de Bardal y Negral,  perdido, y acabó de interior izquierdo, en el puesto de Viti, que salió para que entrara Ortiz. Incluso Diego Torres se dejó caer a banda izquierda antes de que saliera Viti porque este estaba muerto, y después, cuando Gonzalo comenzó en el centro, en definitiva, demasiados parches. Hedrera y Bardal acabaron por desajustarse defendiendo demasiado atrás y José Antonio dejó demasiado espacio entre su marca y el central, aunque no negaremos que se entrega a fondo.
La Cultu acabó con 4 mediocentros de los cuales 3 (Hedrera y Bardal, y Gonzalo en banda izquierda) acabaron jugando fuera de sitio. Iakob mereció entrar antes, quizás no de titular, pero cuando la Cultu pierde fuelle el georgiano le da electricidad, carácter y entrega.







































 El equipo ganó, que es lo que cuenta, pero sigue preocupando lo mismo, que jueguen a empujones, que se encierran cuando hay que jugar atrás, que no es lo mismo, y que se juega con demasiados jugadores en el lugar que no deberían estar, en definitiva, tres puntos más.

Comentarios

Entradas populares